BRAZALETES REFLECTANTES

Yo, cuando sale el sol, no puedo evitarlo y me vengo arriba. Sé que suena a loca total, pero es completamente cierto. Así que, si ya uso color habitualmente, ahora ya no tengo mesura. Por otro lado, el sol también hace que vuelva a ponerme pulseras. Y es que me reconoceréis que es un tostón llevar pulseras con abrigos, un auténtico rollo.

En invierno no suelo utilizarlas, porque cada vez que te pones y te quitas el abrigo se quedan enganchadas, pero ahora que ya podemos ir más libres ¡vuelven las pulseras! Las que os traigo hoy destacan porque, a much@s, os recordarán a vuestra infancia. Siempre que me pongo estas pulseras se me acerca algún amigo en plan "¿me dejas una?" como si fuésemos niños pequeños. Luego vienen los recuerdos y las nostalgias de "yo tenía una así cuando era un enano".

Estos brazaletes se ponen rígidos y con un un pequeño golpe en tu brazo se enroscan en la muñeca. Al parecer estuvieron de moda hace muchísimos años, pero no tuve el gusto de conocerlos :( (ya hablaré con mis padres de este tema).

Así que ahora es mi momento. En las imágenes ves dos pulseras porque normalmente a mí gusta ponerme una en cada muñeca, por eso aprovecho cuando llevo algo de manga corta porque luce mucho más. 

El único problema es que al ser de plástico tengo que reconocer que dan un poco de calor y, eso, podría llegar a agobiar un poco.

Los colores, qué puedo contaros. Para una adicta al color, los fosforitos o reflectantes son la locura absoluta. En este caso, amarillo y rosa, no me digas que no pega con las miles de camisetas que tenéis en vuestro armario.

Por cierto, si has conocido estos brazaletes de pequeño, también sabrás que la leyenda dice que te puedes cortar las venas con estas pulseras cuando se te enroscan. Ya te digo yo que para nada. ¡Leyenda urbana!

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Lo bueno que tienen es que ocupan poco espacio.

Ahora que viene el buen tiempo, los colores fosforitos no pueden faltar. 

Yo prefiero ponerme una en cada muñeca pero puedes juntarlas en una.

Eso sí, ten cuidado que luego es un vicio estar jugando con ellas todo el día.